viernes, 6 de abril de 2012

Alpaca & Moda ‘Made in Bolivia’ para Holanda

Una decena de mujeres, la mayoría de ellas de pollera y peinadas en dos simbas, teje laboriosa a mano la fina lana de alpaca a encargo de una joven holandesa que lleva hasta El Alto (La Paz) sus diseños.

Una vez está listo el pedido, Jessler van der Werf pone a la venta la ropa a través de su website, amantealpaca.com.
Esta iniciativa anónima para nosotros ya tiene repercusiones en Europa, el diario Leeuwarder courant la descubrió en octubre pasado y elaboró un reportaje, a fin de saber más de este emprendimiento, de la suave lana de alpaca y de la exótica Bolivia.
“Todo el mundo conoce cashmere (lana de cabra), pero no la alpaca, quiero cambiar eso y generar más trabajo”, explica Jessler con un tanto de dificultad, pues su acento holandés a veces le juega una mala pasada.

Cuando todavía vivía en Holanda se movió en el negocio de la moda y venta de ropa a grandes cadenas en Escandinavia, Turquía y Grecia, y aprovechó sus conocimientos para crear una marca propia y comercializarla por Internet.
Amante Alpaca es una propuesta de lujo diseñada con cortes básicos para que sus diseños nunca pasen de moda, así detalla su creadora que también es modelo de Pablo Manzoni.
El nombre de la marca, Amante, resume todas las sensaciones que produce la fina lana de alpaca. “Amante significa amor y eso es lo que representa nuestra colección. Los diseños son tan suaves y cálidos que da la sensación de que la ropa te abraza”, señala visiblemente emocionada la bella maniquí, que prefirió usar como imagen para el catálogo de ventas a una colega de pasarelas en lugar de ella misma.

La modelo Patricia Roca es la que luce los diseños en escenarios paceños en el catálogo virtual, en el que se detallan los precios, que oscilan entre 45 y 159 euros, desde una bufanda hasta un vestido.

La muestra se compone de chaquetas, vestidos, suéteres y bufandas. Dos veces al año sale una colección que es bien apreciada y demandada en por lo menos 15 tiendas en Holanda (entre ellas Nukuhiva y Carolinahoeve), no solo por su suavidad y calidad, sino también por tratarse de una marca ‘green’, es decir sustentable, pues no daña el bienestar del planeta y de la gente.

Las prendas son tejidas en una máquina y el acabado se realiza a mano en los pequeños talleres paceños. Se revisa hasta el último detalle para garantizar la máxima calidad, según señala su sitio web. Así el ‘made in Bolivia’ lo promueve una extranjera.

¿Quién es ella?

Jessler van der Werf (26) nació en Holanda, pero vive en Santa Cruz porque se vino siguiendo a su novio, que está aquí por motivos de trabajo. Por su estatura (1,76 m) fue ‘fichada’ para ser modelo y de hecho está en las filas de Pablo Manzoni. Trabajó dos años para una empresa de diseño en Ámsterdam que produce en China y la India para grandes cadenas bajo la marca Sarlini. Por este motivo viajaba casi todas las semanas para visitar clientes con las propuestas de moda. Ahora toda su atención está puesta en Amante Alpaca, una marca de ropa hecha en lana de alpaca que diseña personalmente.



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